domingo, 10 de mayo de 2009

Atracción y Confusión


Que eres mal amigo
bien lo sabes,
que soy pésima amiga
eso lo sé,

mas no logro quitarte de mi mente.


Como amor de niños nació,
lleno de peleas absurdas se cubrió,
en la culpa se refugió,
sin embargo, el alcohol esas barreras eliminó.

Embriagada en tu olor,
adicta a tus labios y a tu piel,

me refugio en tu pensamiento de que el daño ya hecho está
y no se puede dar marcha atrás.

Que cómo nos comportaremos cuando nos volvamos a ver me preguntas,
que cómo miraremos a los demás a los ojos te pregunto,

y ante cualquier posible respuesta

nuevamente reincidimos.

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