miércoles, 29 de septiembre de 2010

Enigma (Part One)


Vagando por la ciudad, por una extraña ciudad que, a pesar de haber recorrido sus calles innumerables veces, aún es distante para ella.

Conserva todavía tormentosos anhelos, atesora recuerdos de su familia y de sus pocos, pero preciados amigos.

No tiene rumbo fijo en las calles, mira autos, edificios, tiendas comerciales, algún árbol distraído, pero por sobretodo gente, demasiada gente. Sin embargo, no ve nada ni a nadie, sólo está sumida en sus horribles pensamientos suicidas.

¿Qué cambia cuando una persona muere? Queda el vacío, queda el eco de lo que alguna vez fue, quedan sus obras, sus hazañas, sus frutos si es que tuvo... ¿y si no qué? Sólo recuerdos de una vida que tal vez pudo ser.

Melina se pregunta por qué no lo ha hecho aún. Ciertamente ganas no le faltan, entonces por qué, ¿qué se lo impide?

Su vida no es miserables, ni siquiera se acerca a las penurias que otra gente podría tener. El amor la rodea, la invita, la embarga, trata de seducirla. No obstante, ella es fría, desconfía de que algo pueda ser bueno, desconfía de todo y de todos, incluso de ella misma... sobretodo de ella misma.

Su problema no es reciente, pero tampoco tiene precedentes. "¿Qué está funcionando mal?" se pregunta una y otra vez. Llora incansable y desconsoladamente por las noches, en una casa vacía porque así lo decidió.

Quería espacio, quería libertad, quería ser independiente. Melina tenía sueños... tuvo sueños... ¿en qué momento se fueron?

Ahora se siente sola, cuando está con compañía quisiera estar sola, a pesar de sentirse sola... ¿no es irónica la vida?

continuará...

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